El jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, rechazó las propuestas de ampliar las zonas bajo control militar en la Franja de Gaza, argumentando que tal medida sería insostenible y contraria a los objetivos estratégicos de Israel. La declaración, emitida tras una reunión del gabinete de seguridad, responde a las presiones de sectores ultranacionalistas que abogan por una ocupación más extensa del territorio palestino.
Halevi enfatizó que las operaciones actuales, centradas en desmantelar la infraestructura militar de Hamás, han debilitado significativamente al grupo, con 18,000 combatientes neutralizados desde octubre de 2023, según datos militares. Sin embargo, advirtió que ampliar el control territorial incrementaría los costos humanos y económicos, estimados en 2,500 millones de dólares adicionales por año, y complicaría las negociaciones para un alto al fuego mediadas por Egipto y Qatar. La Franja, devastada tras 22 meses de conflicto, enfrenta una crisis humanitaria con 1.9 millones de desplazados, según la ONU.
La postura de Halevi choca con las demandas de figuras como el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, quien insiste en establecer asentamientos permanentes en Gaza. La tensión interna en el gobierno de Benjamin Netanyahu se agudiza ante la presión internacional, especialmente de Estados Unidos, que ha instado a Israel a priorizar la ayuda humanitaria y evitar una escalada que desestabilice aún más la región. El presidente Joe Biden, en un comunicado reciente, expresó su apoyo a un cese de hostilidades antes de fin de año.
En el ámbito internacional, la decisión de Halevi ha sido bien recibida por la Unión Europea, que la considera un paso hacia la desescalada. Sin embargo, Hamás calificó la declaración como “propaganda” y exigió la retirada total de las fuerzas israelíes. Mientras tanto, los enfrentamientos en la frontera con Líbano, donde Hezbolá ha intensificado sus ataques, mantienen en alerta a la comunidad internacional.
Analistas del Instituto de Estudios para la Seguridad Nacional de Israel advierten que la negativa a expandir el control en Gaza podría no ser suficiente para frenar el ciclo de violencia sin un acuerdo político. Las negociaciones en Doha, previstas para la próxima semana, serán cruciales para definir el futuro de la región, en un contexto de creciente presión diplomática y económica.