Israel ha anunciado el cierre de su embajada en Irlanda, citando las supuestas políticas “extremas” hacia el Estado judío, incluidas acusaciones de cometer genocidio de palestinos.
La decisión de cerrar la misión “se tomó a la luz de las políticas antiisraelíes extremas del gobierno irlandés”, dijo el domingo el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí.
“Las acciones y la retórica antisemita que Irlanda utiliza contra Israel tienen su raíz en la deslegitimación y la demonización del Estado judío, junto con una doble moral”, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar. “Irlanda ha cruzado todas las líneas rojas en sus relaciones con Israel”.
“Israel invertirá sus recursos en avanzar las relaciones bilaterales con países de todo el mundo de acuerdo con prioridades que también tengan en cuenta las actitudes y acciones de estos estados hacia Israel”, añadió Saar.
El primer ministro irlandés, Simon Harris, dijo que estaba “profundamente decepcionado” por la decisión de Israel. “Mantener los canales abiertos nunca ha sido más importante para que podamos entender mejor las posiciones de los demás, incluso cuando no estamos de acuerdo”.
Harris negó que Irlanda esté en contra de Israel. “Irlanda está a favor de la paz, de los derechos humanos y del derecho internacional”, afirmó.
Dublín ha pedido constantemente un alto el fuego inmediato en Gaza y, en mayo de 2024, reconoció formalmente el Estado de Palestina, lo que provocó la ira de Jerusalén Oeste. El miércoles, el gobierno irlandés respaldó la denuncia de genocidio presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia.
“Ha habido un castigo colectivo contra el pueblo palestino a través de la intención y el impacto de las acciones militares de Israel en Gaza, dejando 44.000 muertos y millones de civiles desplazados”, dijo el gobierno irlandés en un comunicado.
Israel ha rechazado la acusación de genocidio como «absurda», insistiendo en que se debe culpar a Hamás por las muertes de civiles en Gaza. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) acusaron al grupo armado de utilizar civiles palestinos como escudos humanos y dijeron que su operación en Gaza continuaría hasta que se eliminara la amenaza de Hamás. Israel también desestimó las órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional contra altos funcionarios, incluido el Primer Ministro Benjamin Netanyahu.
