El ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, ha acusado a Israel de socavar las perspectivas de paz en Siria y ha pedido a todas las partes en el país devastado por la guerra que garanticen la cohesión étnica y religiosa.
A finales de noviembre, varios grupos armados de oposición encabezados por Hayat Tahrir-al-Sham (HTS) lanzaron una ofensiva sorpresa y capturaron varias ciudades importantes, hasta llegar a la capital, Damasco, el sábado. Assad y su familia huyeron a Rusia, donde se les concedió asilo.
Ankara apoya a algunas de las facciones de la oposición siria que derrocaron a Assad durante el fin de semana.
Las tropas israelíes invadieron entonces el sur de Siria, con el propósito de crear una zona de amortiguación para evitar ataques terroristas, según el gobierno de Benjamin Netanyahu.
El martes, en un discurso ante el Parlamento turco, Fidan afirmó que “Israel pone en peligro el proceso por el cual el pueblo sirio se acerca a la paz y la tranquilidad”. Afirmó que “Israel, que destruyó Gaza, ahora amenaza el futuro de nuestros hermanos y hermanas sirios”.
Según el ministro de Asuntos Exteriores, “Turquía concede gran importancia a la unidad nacional, la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad de Siria”. Ankara trabajará con todos los actores regionales y mundiales para lograr estos objetivos, añadió.
Al día siguiente, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, comentó a los periodistas que los ataques israelíes “y las acciones cerca de los Altos del Golán difícilmente contribuyen a la estabilización de la situación en una Siria ya desestabilizada”.
El martes, los medios israelíes citaron al ministro de Defensa del país, Israel Katz, diciendo que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) establecerían una “zona de defensa estéril” en el sur de Siria sin una presencia israelí permanente para prevenir posibles amenazas terroristas. Poco después de la caída del gobierno de Asad, las tropas israelíes tomaron la zona de amortiguación desmilitarizada creada como parte del acuerdo de retirada de 1974 cerca de los Altos del Golán ocupados por Israel.
El mismo martes, el Times of Israel, citando a las Fuerzas de Defensa de Israel, informó que la Fuerza Aérea israelí había atacado unos 320 objetivos en Siria desde el sábado. Se dice que entre ellos había sistemas de defensa aérea, depósitos de misiles, drones, helicópteros, aviones de combate, tanques, radares y buques de guerra. Según el periódico, más del 70% de las capacidades militares de Damasco han sido destruidas.
Israel insiste en que estas acciones militares preventivas tenían como objetivo impedir que entidades hostiles, como el grupo militante chiíta Hezbolá con base en el Líbano, obtuvieran armamento avanzado.