Fusileros marinos franceses intentaron derribar cinco drones no identificados que sobrevolaron la noche del jueves la base naval de Île Longue (Finistère), principal sede de los submarinos nucleares lanzamisiles balísticos del país, pilar de la disuasión nuclear francesa y de la OTAN.
Los aparatos, pequeños y sin armamento, activaron los protocolos de seguridad del sitio ultra sensible, donde siempre hay al menos un submarino nuclear en patrulla operativa. Se emplearon inhibidores electrónicos y se desplegó un operativo terrestre, sin que se produjeran daños ni brechas.
El comandante Guillaume Le Rasle, portavoz de la Prefectura Marítima del Atlántico, aseguró que “no se puso en riesgo ninguna infraestructura sensible”. La fiscalía militar de Rennes abrió investigación para identificar a los operadores y determinar si se trata de espionaje o acto imprudente.
El incidente se suma a otros similares registrados en bases nucleares de EE.UU. y Reino Unido, reforzando la alerta europea ante amenazas aéreas de bajo coste en instalaciones estratégicas.




