Los rebeldes hutíes de Yemen reivindicaron un nuevo ataque con un misil balístico hipersónico «Palestina 2» contra el aeropuerto Ben Gurión, el principal de Israel, ubicado en Lod, cerca de Tel Aviv. El portavoz militar del grupo, Yahya Saree, afirmó que la operación, realizada el lunes, logró su objetivo, forzando la suspensión temporal del tráfico aéreo y obligando a «millones de sionistas a huir a refugios». Según Saree, el ataque impidió el aterrizaje de un avión militar estadounidense, marcando un nuevo episodio en la escalada de hostilidades contra Israel.
El ataque, descrito como una «operación militar cualitativa», responde a lo que los hutíes consideran un «genocidio» en Gaza, donde Israel continúa su ofensiva desde octubre de 2023, causando más de 40,000 víctimas civiles, según la ONU. Los hutíes, respaldados por Irán, han intensificado sus acciones, incluyendo ataques con drones y misiles contra objetivos israelíes y embarcaciones en el Mar Rojo, en solidaridad con Palestina. Este es el tercer ataque al aeropuerto Ben Gurión en 2025, tras incidentes en mayo y julio que dejaron heridos y daños menores.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que las sirenas de alerta sonaron en varias zonas del país, pero afirmaron haber interceptado un proyectil proveniente de Yemen, sin reportar víctimas en este caso. Sin embargo, fuentes militares admiten que los sistemas de defensa, incluido el Arrow, no siempre han logrado neutralizar los misiles hutíes, exponiendo vulnerabilidades en la seguridad aérea israelí.
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ordenó mantener dos portaaviones en Oriente Medio para contrarrestar la amenaza hutí, mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió represalias contra los rebeldes y su aliado Irán. La Unión Europea y la ONU han instado a la desescalada, advirtiendo sobre el impacto en la estabilidad regional y el comercio marítimo.
