El Gobierno de España ha prohibido el tránsito de aviones y barcos de EE.UU. que transporten armas, municiones o equipos bélicos a Israel a través de las bases militares de Rota y Morón de la Frontera, ubicadas en las provincias de Cádiz y Sevilla, respectivamente.
La medida se aplica tanto a los vehículos que se dirijan directamente al país hebreo como a aquellos cuyo destino final sea Israel tras una escala intermedia, según informa este lunes el diario El País, citando fuentes del Comité Conjunto Hispano-Norteamericano.
Aunque la fuerzas de EE.UU. operan en Rota y Morón, las dos instalaciones son «de soberanía española, bajo mando de un militar español, y todo lo que allí sucede debe ser autorizado por las autoridades españolas», subrayaron los interlocutores al medio.
Al mismo tiempo, explicaron que el país ibérico no inspecciona de forma rutinaria los aviones o buques estadounidenses que hacen escala en las bases militares de España, por lo que «el Pentágono podría ocultar su carga». Asimismo, señalaron que puede darse el caso de que Madrid permita un vuelo estadounidense a una base en Alemania o Italia y, desde allí, la aeronave realice un nuevo viaje a Israel, «sin que figurase en su plan de vuelo original».
Medidas de Madrid para «frenar el genocidio» en Gaza
El 23 de septiembre, el Gobierno español aprobó un real decreto ley que consolida jurídicamente el embargo «total» de armas a Israel y prohíbe el comercio de productos provenientes de los territorios palestinos ocupados, así como establece la posibilidad de aplicar excepciones para salvaguardar el interés general nacional.
La norma se enmarca en un paquete de medidas destinadas, según Madrid, a «frenar el genocidio» en la Franja de Gaza y sancionar al Estado de Israel. Las restricciones incluyen también la prohibición del tránsito por los puertos españoles a todo barco que transporte combustible destinado a los militares israelíes, así como la denegación de entrada al espacio aéreo español a todas aquellas aeronaves que transporten material de defensa destinado a Israel.
En respuesta, Tel Aviv prohibió la entrada al país hebreo a dos ministras españolas, a las que acusó de antisemitas. Por su parte, desde el Departamento de Estado de EE.UU. se mostraron profundamente preocupados de que Madrid limite potencialmente las operaciones estadounidenses y le «dé la espalda» a Israel.