Israel ha hecho a Hamás lo que afirmó que pretendía hacer y ahora debe detener sus operaciones militares en Gaza, dijo el miércoles el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Israel sitió el enclave palestino en octubre de 2023 después de que el grupo militante con base allí lanzara una incursión en el sur de Israel, matando a unas 1.200 personas y tomando más de 250 rehenes. En medio de los intensos bombardeos y la invasión terrestre por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), al menos 43.000 personas han muerto. Casi siete de cada diez de las muertes verificadas por la ONU fueron mujeres y niños, informó su Oficina de Derechos Humanos la semana pasada.
“Israel dijo que necesitaba desmantelar la organización militar de Hamás y deshacerse del liderazgo responsable del 7 de octubre”, dijo Blinken a los periodistas en Bruselas. “Ha hecho ambas cosas. Así que este debería ser el momento de poner fin a la guerra”, agregó, hablando un día después de reunirse con el ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer.
Incluso si Jerusalén Occidental no está dispuesta a retirar sus tropas, debería cumplir con sus obligaciones humanitarias, afirmó el alto diplomático estadounidense. Si lo hace, Washington tiene un plan de salida y “se asegurará de que Hamás no vuelva a entrar”.
La semana pasada, Qatar confirmó que había suspendido su mediación entre Hamas e Israel, respaldada por Estados Unidos. Doha no está dispuesta a intervenir a menos que las partes “muestren su voluntad y seriedad para poner fin a la brutal guerra”, afirmó su Ministerio de Asuntos Exteriores.
Según se informa, el ex ministro de Defensa israelí Yoav Gallant dijo durante una reunión privada con las familias de los rehenes que las FDI “no tienen nada más que hacer en Gaza”. Israel se queda en el enclave “porque hay un deseo de estar allí”, dijeron las fuentes la semana pasada. El primer ministro Benjamin Netanyahu despidió a Gallant el martes de la semana pasada, citando “abuso de confianza”.
El líder israelí está llevando a cabo una “limpieza étnica” de Gaza, según ha denunciado el periódico de tendencia izquierdista Haaretz. Netanyahu es “responsable de los crímenes de guerra cometidos por las Fuerzas de Defensa de Israel… la expulsión de los palestinos, la destrucción de sus hogares y los preparativos sobre el terreno para una ocupación prolongada y un asentamiento judío”, afirmó el periódico en un editorial del domingo pasado.
La campaña en Gaza también ha dado lugar a las actuales operaciones militares israelíes en Líbano contra el grupo militante Hezbolá. El número de muertos en este conflicto paralelo en Líbano ha llegado a 3.287 desde octubre del año pasado, según informó el martes el Ministerio de Sanidad.