El jefe del Mossad (la agencia de espionaje israelí), David Barnea, instó al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a que autorice un poderoso ataque contra Irán para detener los continuos ataques del movimiento Ansar Alá (hutíes) desde Yemen.
«Tenemos que ir a por Irán. Si solo golpeamos a los hutíes, no es seguro que consigamos detenerlos», afirmó Barnea el pasado domingo en una reunión del gobierno, en la que se discutió acerca de la lucha contra los hutíes y el alto el fuego en el Líbano.
En una línea similar se pronunció este lunes el exministro de Defensa Benny Gantz, uno de los líderes de la oposición política israelí. «Hoy tenemos la oportunidad de impulsar un ‘giro estratégico’ contra Irán y sus aliados. Debemos aprovechar la oportunidad», dijo el político, subrayando que «sería un error estratégico de proporciones históricas no hacerlo», recoge The Times of Israel.
Por su parte, Netanyahu declaró este lunes ante la Knésset (Parlamento israelí) que el país hebreo «no quita los ojos de Irán, que amenaza con destruirnos». «Estamos decididos a impedir que Irán obtenga armas nucleares y otras armas que podrían amenazar nuestras ciudades y nuestra patria», manifestó.
