El Congreso de Estados Unidos ha certificado al presidente electo Donald Trump y al vicepresidente electo JD Vance como ganadores de las elecciones de 2024, sin que ningún demócrata se oponga a una victoria republicana por primera vez desde 1988.
La fórmula Trump-Vance obtuvo 312 votos del Colegio Electoral, el voto popular y los siete estados clave, y triunfó sobre la vicepresidenta Kamala Harris y su compañero de fórmula Tim Walz. Harris pudo certificar su propia derrota el lunes, al presidir la sesión conjunta del Congreso como parte de su deber ceremonial como presidenta del Senado.
“Obviamente, hoy fue un día muy importante, y se trató de lo que debería ser la norma y lo que el pueblo estadounidense debería poder dar por sentado, que es que uno de los pilares más importantes de nuestra democracia es que habrá una transferencia pacífica del poder”, dijo Harris a los periodistas en el Capitolio después.
Varios demócratas argumentaron que su disposición a ceder el poder contrastaba marcadamente con la de hace cuatro años, cuando una multitud de partidarios de Trump irrumpió en el Capitolio en un intento de anular los resultados de la votación de 2020. Los fiscales federales han encarcelado a más de 1.500 personas en relación con el incidente que los demócratas calificaron de “insurrección violeta”.
“El Congreso certifica hoy nuestra gran victoria electoral, un gran momento en la historia”, publicó Trump en su plataforma Truth Social más temprano ese mismo día, seguido de su lema de campaña, “Make America Great Again (MAGA)”.
La sesión conjunta del Congreso del lunes se llevó a cabo en medio de una enorme tormenta invernal, que dejó unos quince centímetros de nieve en Washington. El Capitolio estaba cercado con barreras de seguridad y rodeado por una fuerte presencia policial.
Trump nunca ha admitido que perdió las elecciones de 2020, y ha afirmado que una serie de irregularidades y trucos sucios le dieron la presidencia a Joe Biden. La irrupción en el Capitolio de 2021 ocurrió justo cuando un grupo de republicanos presentaba una objeción formal a un recuento no oficial. Cuando los desconcertados legisladores volvieron a reunirse más tarde ese mismo día, los republicanos retiraron todas sus objeciones.
Un mes después de los disturbios en el Capitolio, la revista Time publicó un artículo sobre una “campaña en la sombra” que “fortaleció” las elecciones de 2020 para los demócratas.
Biden originalmente planeó presentarse a la reelección, pero su propio partido lo presionó para que abandonara la candidatura a mediados de julio, tras un desastroso debate televisado y un intento fallido de asesinato contra Trump. Respaldó a Harris para la nominación. Ella llegó a reunir un fondo de guerra de 1.500 millones de dólares y atrajo el apoyo de muchas celebridades y la mayoría de los medios de comunicación, pero no logró alcanzar sus objetivos en las encuestas.
