Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, afirmó que el presidente electo será reelegido en 2028, desafiando la 22ª Enmienda que limita a dos los mandatos presidenciales. En una entrevista con The Economist, Bannon calificó a Trump como un «instrumento divino» para completar su agenda.
Bannon, influyente en el ala dura republicana, aseguró que existen planes para superar las restricciones constitucionales, sin detallarlos. Comparó la futura victoria con los triunfos de 2016 y 2024, argumentando que la «voluntad popular» prevalecerá.
Esta declaración genera controversia global, evocando temores sobre la erosión de las instituciones democráticas en EE.UU. Críticos ven similitudes con maniobras autoritarias en otros países, cuestionando los límites del poder.
El discurso de Bannon, figura clave en el trumpismo, intensifica la polarización y podría impactar alianzas internacionales, como la OTAN, y políticas comerciales con China, mientras Trump se prepara para asumir en 2025.





