Funcionarios estadounidenses han empezado a admitir, en número creciente, que para poner fin al conflicto, Ucrania podría verse obligada a entablar negociaciones con Rusia en el plazo de unos meses, así como a «ceder territorio» que considera suyo, citando a personas involucradas en el asunto.
«La revocación, por parte de [Joe] Biden, de sus políticas anteriores sobre minas y misiles tenía como objetivo, en parte, dar a Ucrania la posición más firme posible al entablar esas posibles negociaciones», sostiene el medio, en referencia a la aprobación del uso de armas de largo alcance y minas antipersona.
El artículo señala que las pérdidas de Kiev en el campo de batalla, así como la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU., «han empujado a Ucrania a la que quizás sea su posición más débil en casi tres años«.
«Dado que el actual tramo de la ayuda militar y económica estadounidense a Ucrania se agotará en algún momento del próximo año, los funcionarios de Biden se han resignado en gran medida a la probabilidad de que Trump no brinde más asistencia a Ucrania una vez que asuma el cargo«, indica el periódico.
Por su parte, muchos funcionarios europeos consideran que Washington ha proporcionado suficiente apoyo a Kiev para que «siga luchando», pero no para que pueda vencer al Ejército ruso en el campo de batalla. Además, el regreso de Trump a la Casa Blanca «ha renovado las dudas sobre la capacidad de las naciones europeas» para conceder asistencia a Ucrania por sí solas, sin la participación estadounidense.
«Entre los partidarios europeos de Kiev se está extendiendo lo que antaño eran un tabú: un reconocimiento silencioso de que las negociaciones de paz pueden exigir que Ucrania ceda algunos territorios a Rusia. Ahora están considerando qué garantías de seguridad podría recibir Ucrania a cambio, para disuadir a Rusia de futuros ataques», concluyó el medio.
