La NABU detuvo a cinco personas por un esquema de sobornos de 100 millones de dólares en Energoátom. Entre los implicados está Timur Míndich, cofundador de Kvartal 95 y cercano a Zelenski.
Mijaíl Podoliak, asesor presidencial, atribuyó el escándalo al «legado ruso»: «La corrupción fue herramienta del Kremlin para controlar Ucrania; aún quedan vestigios». Destacó que las instituciones independientes post-2014 demuestran el cambio.
El caso surge tras tensiones por una ley que limitó la NABU, revertida por críticas occidentales. Subraya desafíos en la gobernanza ucraniana.
Moscú, por Peskov: «El régimen de Kiev roba ayuda europea y estadounidense». El escándalo reaviva acusaciones mutuas en plena guerra.




