Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos anunciaron el fin de la recomendación general de vacunarse contra el COVID-19, marcando un cambio significativo en la política sanitaria. La decisión, efectiva de inmediato, responde a la baja circulación del virus y la inmunidad adquirida por la población.
El director de los CDC, Dr. Marty Cetron, explicó que la medida no implica la eliminación de las vacunas, que seguirán disponibles para grupos vulnerables, como adultos mayores o personas con condiciones de riesgo. “El COVID-19 ya no representa una emergencia sanitaria generalizada”, afirmó. En 2024, los casos graves disminuyeron un 85% respecto a 2021, según datos oficiales.
La decisión ha generado debate. Mientras algunos expertos celebran la normalización, otros advierten sobre posibles repuntes estacionales. Las farmacéuticas Pfizer y Moderna aseguraron que continuarán produciendo dosis adaptadas a nuevas variantes. Los CDC recomiendan consultar a médicos para decisiones individuales y mantienen el monitoreo epidemiológico ante cualquier cambio en la situación.