La Asamblea General de la ONU aprobó este martes, por trigésima tercera vez consecutiva, una resolución que exige el fin del embargo económico, comercial y financiero de EE.UU. a Cuba desde 1962.
La votación registró 187 votos a favor, dos en contra (EE.UU. e Israel) y una abstención (Ucrania). Cuba reportó daños acumulados por más de 1,3 billones de dólares, agravados por su inclusión en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
El diplomático cubano Pedro Luis Pedroso lo tildó de «genocida» y violatorio del derecho internacional, mientras el representante estadounidense Paul Folmsbee lo defendió como vía para impulsar democracia y derechos humanos.
Aunque no vinculante, la resolución pide derogar leyes como Helms-Burton. El bloqueo sigue afectando salud, educación y desarrollo en Cuba, sin cambios en la política de Washington.





