La automotriz sueca Volvo Cars informó que eliminará 3 mil empleos a nivel global como parte de un plan para reducir costos operativos y mantener su competitividad en el mercado. La medida, que representa cerca del 10% de su fuerza laboral, busca optimizar la estructura de la compañía ante los desafíos de la transición hacia vehículos eléctricos y la presión económica global.
La empresa, propiedad del grupo chino Geely, detalló que los recortes se implementarán principalmente en sus plantas de Suecia y Bélgica, aunque no descartó ajustes en otras regiones. “Esta decisión es difícil, pero necesaria para garantizar la sostenibilidad de Volvo a largo plazo”, señaló el director ejecutivo, Jim Rowan, en un comunicado.
Además, Volvo planea simplificar su cadena de suministro y acelerar la producción de modelos eléctricos, alineándose con su meta de ser una marca 100% eléctrica para 2030. Analistas advierten que la reestructuración podría enfrentar resistencia sindical en Europa, mientras los inversionistas observan con atención el impacto en los resultados financieros de la compañía.
Los fabricantes de automóviles de diversas partes del mundo enfrentan varios obstáculos: costos más altos para las materias primas, un mercado europeo reducido y la imposición de aranceles del 25% sobre automóviles y acero por parte de Estados Unidos.
Volvo Cars tiene su sede principal y oficinas de desarrollo de productos en Gotemburgo, Suecia, y fabrica automóviles y camionetas en Bélgica, Carolina del Sur y China.
