Las ventas de autos en México subieron 0.34% anual en septiembre, con 117,182 vehículos ligeros, pero el acumulado anual cayó 0.6%, reflejando fragilidad económica por aranceles y baja demanda.
Los aranceles al acero y aluminio elevaron costos de producción, afectando competitividad. Septiembre rompió cinco meses de caídas, aunque las ventas bajaron 5.63% respecto a agosto, el nivel más bajo desde abril.
El sector, liderado por 23 empresas de la AMIA y otras firmas, enfrenta dependencia de importaciones y costos crecientes, que podrían subir precios hasta 10%.
Sin alivio arancelario, el sector automotriz, clave para 900 mil empleos y el PIB, podría estancarse, urgiendo incentivos fiscales para reactivar la demanda.