Donald Trump impulsó alianzas con Asia Central para fortalecer cadenas de suministro de minerales críticos, reduciendo la dependencia de China en tierras raras esenciales para tecnología y defensa. En la cumbre C5+1 con líderes de Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán, Trump anunció: “Uno de los puntos clave de nuestra agenda son los minerales críticos”.
Tras un acuerdo temporal con Xi Jinping que alivia aranceles a cambio de exportaciones chinas, EU busca proveedores alternos en una región rica en uranio y tierras raras, clave para IA y aviación.Los países C5+1, post-sanciones a Rusia por Ucrania, ven en EU oportunidad para diversificar: Uzbekistán invertirá más de 100 mil millones de dólares en territorio estadounidense en 10 años, pese a su PIB de 115 mil mdd.
Tayikistán ofrece depósitos para centros de datos de IA, mientras Cove Capital adquirió 70% de yacimientos de tungsteno en Kazajstán. Adicionalmente, se planean compras acumuladas de 40 aviones Boeing, inyectando liquidez al sector aeroespacial.Económicamente, la movida mitiga riesgos en suministros globales: China domina 80% de refinación de tierras raras, con demanda proyectada en 200 mil toneladas anuales para 2030 (BloombergNEF).
Inversiones estadounidenses podrían elevar exportaciones minerales de Asia Central 25%, generando 15 mil mdd en comercio bilateral y 50,000 empleos en extracción.Sin embargo, competencia de Rusia (cumbre en Tayikistán) y China (Belt and Road) complica el terreno. La UE invirtió 13,800 mdd en transporte y energía. Trump optimista: “Cada país cosechará beneficios de la paz”. Para EU, fortalece seguridad económica, pero exige 20 mil mdd en incentivos fiscales para blindar nearshoring mineral.



