El presidente Donald Trump ordenó aranceles a partir del 1 de octubre: 25% a camiones pesados importados, 50% a gabinetes de cocina y vanidades de baño, y 30% a muebles tapizados. Justificados por «seguridad nacional» bajo la Sección 232, buscan reducir el déficit comercial de EE.UU., en un contexto de inflación al 2.7% en agosto.
Estos gravámenes elevarán costos al consumidor en 10-15%, exacerbando la inflación y frenando el empleo en un mercado laboral débil. Las cadenas de suministro globales enfrentarán incertidumbre, con interrupciones en importaciones de 50 mil millones de dólares anuales en camiones.
México, con exportaciones a EE.UU. up 7.4% en agosto, podría perder 2 mil millones de dólares en sectores automotriz y mueblero, impactando 150 mil empleos. Complica la renegociación del T-MEC, con PIB proyectado en 1.3% para 2025 si persisten tensiones.
Analistas advierten que la medida, dirigida contra China, podría polarizar el comercio, afectando commodities y estabilidad macroeconómica regional. Trump enfatizó: «Por muchas razones, pero sobre todo por seguridad nacional».
