Telefónica, la gigante española de telecomunicaciones, mantiene conversaciones avanzadas para vender su unidad en México, valorada en cerca de 1,200 millones de dólares, según fuentes cercanas a la operación. La decisión responde a la necesidad de reducir su deuda global, que supera los 28,000 millones de euros, en un contexto de creciente competencia en el mercado mexicano.
La filial mexicana, que opera bajo la marca Movistar, cuenta con 26 millones de clientes, pero su cuota de mercado ha caído al 16% frente al dominio de América Móvil (70%). La empresa enfrenta pérdidas operativas acumuladas de 150 millones de dólares en los últimos tres años, según reportes financieros. Entre los posibles compradores se mencionan AT&T y un consorcio de inversionistas locales, aunque no se han revelado detalles.
Analistas del sector advierten que la venta podría reconfigurar el mercado mexicano de telecomunicaciones, donde los precios de los servicios han bajado un 12% en la última década. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes monitorea la operación, que requiere aprobación regulatoria. Telefónica busca enfocar sus recursos en mercados estratégicos como España y Brasil, mientras México enfrenta incertidumbre sobre el impacto en empleos y tarifas para consumidores.




