El Senado de Estados Unidos decidió mantener el impuesto del 3.5% a las remesas, propuesto en el paquete fiscal del presidente Donald Trump, tras desechar un alza al 5%. La medida, parte del “Proyecto de Ley Único, Grande y Hermoso”, afecta a millones de migrantes, incluidos mexicanos, que envían dinero a sus familias.
Senadores mexicanos, encabezados por Ignacio Mier, han intensificado esfuerzos en Washington para eliminar este gravamen, considerado discriminatorio y violatorio de acuerdos bilaterales que evitan la doble tributación. La delegación, que incluye a legisladores de Morena, PAN, PRI, PVEM, PT y MC, se reunió con congresistas de ambos partidos y comunidades migrantes, argumentando que las remesas, que en 2024 sumaron 60 mil millones de dólares desde California y Texas, son vitales para las familias y la economía mexicana.
La Secretaría de Relaciones Exteriores, junto al embajador Esteban Moctezuma, calificó las negociaciones como positivas, aunque el impuesto persiste. Asambleístas de California también rechazan la medida, alertando sobre su impacto económico. México planea nuevas visitas al Senado estadounidense y estrategias para reducir comisiones en Financiera para el Bienestar, buscando mitigar el impacto en los migrantes.