La Refinería Dos Bocas, en Tabasco, se consolida como una de las refinerías más caras del mundo, con un costo final que supera los 18,000 millones de dólares, según un informe de la Secretaría de Energía (Sener). Inicialmente proyectada en 8,000 millones de dólares, el sobrecosto del 125% ha generado controversia por presuntas irregularidades en su construcción, liderada por Petróleos Mexicanos (Pemex).
El proyecto, inaugurado en 2023, buscaba reducir la dependencia de importaciones de gasolina, pero analistas estiman que los sobrecostos reflejan mala planeación y corrupción. La capacidad de procesamiento, de 340,000 barriles diarios, no compensa aún las pérdidas financieras, con un retorno de inversión proyectado a más de 15 años. Economistas de Citibanamex señalan que el endeudamiento de Pemex, que supera los 100,000 millones de dólares, se agrava con este gasto.
El gobierno defiende la obra como un pilar para la autosuficiencia energética, proyectando ahorros de 6,000 millones de dólares anuales en importaciones. Sin embargo, la OPEP advierte que los altos costos podrían desincentivar a inversionistas privados. El precio del barril mexicano de exportación (Maya) se mantiene en 75 dólares, pero la rentabilidad de Dos Bocas depende de optimizar su operación.
Expertos urgen una auditoría independiente para transparentar los fondos, mientras el mercado evalúa el impacto en la economía nacional.