El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum presentará un plan para rescatar las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex), en un contexto crítico donde los ingresos petroleros de México han caído a niveles mínimos históricos, representando apenas el 12.8% de los ingresos presupuestarios en 2024, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Este porcentaje es el más bajo desde 1990, salvo el año de la pandemia, lo que complica las estrategias para estabilizar a la petrolera más endeudada del mundo.
En 2024, los ingresos petroleros sumaron 958,914 millones de pesos, y para 2025 se proyecta un ligero repunte a 1.1 billones, equivalente al 14.3% del presupuesto. Sin embargo, la producción de crudo de Pemex, que cayó a 1.6 millones de barriles diarios en 2024, y los bajos precios internacionales del petróleo limitan el margen de maniobra. El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señala que, desde 2013, el gobierno ha destinado más de 2.8 billones de pesos en apoyos fiscales y patrimoniales a Pemex, lo que subraya la urgencia de una reestructura financiera sostenible
El plan de rescate incluye medidas como la emisión de deuda por hasta 10,000 millones de dólares mediante notas precapitalizadas (P-Caps) para cubrir vencimientos financieros y operativos, así como alianzas con privados para reactivar yacimientos. No obstante, la deuda de Pemex, que asciende a 98,800 millones de dólares, y los adeudos a proveedores por 22,800 millones, siguen siendo un lastre. Además, la reducción del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) de 65% en 2019 a 30% en 2024 ha mantenido los ingresos de Pemex dentro de la empresa, reduciendo los recursos del Fondo Mexicano del Petróleo.
Analistas como Víctor Gómez Ayala, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), advierten que la falta de una reforma fiscal que compense la caída de ingresos petroleros podría obligar al gobierno a financiar el gasto público con más deuda. Mientras tanto, la apuesta por la refinación, como en la refinería Dos Bocas, no ha alcanzado las metas de autosuficiencia en combustibles, lo que añade presión al plan de Sheinbaum para revitalizar a Pemex sin comprometer las finanzas públicas.