El Producto Interno Bruto (PIB) de México registró un crecimiento del 0.8% en el segundo trimestre de 2025, marcando su segundo periodo consecutivo de expansión, según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este avance, impulsado por el sector industrial y de servicios, refleja una recuperación económica sostenida, aunque analistas advierten sobre desafíos que podrían limitar el dinamismo en los próximos meses.El crecimiento del PIB, que acumula un alza anual del 2.1% frente al mismo trimestre de 2024, estuvo liderado por un repunte del 1.2% en las actividades secundarias, especialmente la manufactura, beneficiada por la relocalización de empresas (nearshoring).
El sector servicios creció un 0.7%, impulsado por el comercio y el turismo, mientras que las actividades primarias, como la agricultura, mostraron un aumento modesto del 0.3%. Sin embargo, la desaceleración en el consumo privado y la incertidumbre global frenan un repunte más robusto.El nearshoring sigue siendo un motor clave, con inversiones extranjeras directas que alcanzaron los 25,000 millones de dólares en el primer semestre de 2025, principalmente en los estados del norte como Nuevo León y Chihuahua. No obstante, la falta de infraestructura energética y la inseguridad en algunas regiones podrían desincentivar nuevas inversiones.
Además, la caída en los precios de las materias primas, como el petróleo, que representa el 10% de las exportaciones mexicanas, limita los ingresos del sector público.Analistas de Banxico proyectan un crecimiento anual del PIB de entre 1.8% y 2.3% para 2025, pero advierten sobre riesgos externos, como una posible recesión en Estados Unidos, principal socio comercial de México, y los efectos de aranceles impuestos por la administración estadounidense. En el ámbito interno, la inflación, que se situó en 4.9% en julio, sigue presionando el poder adquisitivo de los hogares.El gobierno de Claudia Sheinbaum ha enfatizado la necesidad de fortalecer la inversión en infraestructura y programas sociales para sostener el crecimiento.
Sin embargo, la sostenibilidad fiscal, con un déficit público proyectado en 4.5% del PIB, será clave para mantener la confianza de los mercados. México enfrenta la oportunidad de consolidar su recuperación, pero el equilibrio entre inversión, estabilidad y competitividad será determinante para el resto del año.