El peso mexicano inició la jornada de este viernes con una depreciación del 0.10%, cotizando en 18.56 unidades por dólar, en un mercado atento a las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y sus socios antes del límite arancelario del 1 de agosto. A pesar de esta caída, la moneda acumula ganancias semanales cercanas al 1%, reflejando una mezcla de optimismo y cautela entre los inversionistas.
La presión sobre el peso se intensifica debido a datos recientes de Estados Unidos, donde los pedidos de bienes duraderos cayeron en junio, aunque menos de lo esperado, según analistas. Este escenario mantiene a los mercados en vilo, mientras se evalúan las posibles repercusiones de los aranceles propuestos por la administración Trump. Expertos sugieren que la incertidumbre podría prolongarse, afectando la estabilidad cambiaria.
El contexto económico global añade complejidad, con negociaciones que podrían redefinir el comercio bilateral. Si bien el peso ha mostrado resiliencia, su desempeño dependerá de los avances en las discusiones. Para los analistas, una resolución favorable antes de la fecha límite podría aliviar la presión, mientras que un estancamiento podría profundizar la volatilidad. El mercado permanece vigilante, evaluando cada señal en este delicado equilibrio económico entre México y su principal socio comercial.





