El peso mexicano continúa depreciándose frente al dólar por cuarta jornada consecutiva, acumulando una semana negativa. En las operaciones del viernes, el tipo de cambio se ubicó en 20.4260 pesos por dólar, reflejando una pérdida del 0.60% respecto al día anterior. Esta caída se da en un contexto de incertidumbre económica, donde los inversionistas analizan tanto datos de empleo en México como la inflación en Estados Unidos.
En el ámbito económico, el índice de precios de gasto en consumo personal en EE.UU., una medida clave de inflación para la Reserva Federal, se mantuvo estable en 2.5% anual, en línea con las expectativas del mercado. Mientras tanto, en México, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI reveló que en febrero el desempleo afectó a 1.5 millones de personas, con una tasa de desocupación del 2.5% de la población económicamente activa.
El nerviosismo en el mercado también ha sido provocado por las recientes amenazas de Donald Trump, quien anunció que el 2 de abril impondrá aranceles del 25% a los automóviles que no sean fabricados en EE.UU. Además, advirtió sobre la posibilidad de extender estas tarifas a Canadá y la Unión Europea si estos países deciden tomar represalias. La tensión comercial ha llevado a una mayor presión sobre el peso mexicano y otros activos financieros.
En este contexto, el mercado sigue atento a la conversación programada entre Trump y el nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney, la cual podría ayudar a reducir la incertidumbre sobre las relaciones comerciales en América del Norte. Mientras tanto, los inversionistas esperan conocer las posiciones netas especulativas sobre el peso, publicadas por la CFTC, para obtener pistas sobre la percepción internacional de la moneda mexicana.