Desde hace un par de semanas, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha comenzado a racionar el suministro de gas L.P. en varias localidades del centro y sureste del país. Si no se regularizan pronto sus operaciones, podría haber un desabasto de este insumo en esas regiones, advirtió Rocío Robles, presidenta ejecutiva de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (AMEXGAS).
“Cuando un distribuidor de gas L.P. llega a cargar en las terminales de Pemex, se encuentra con que, de todas las estaciones de llenado, solo una está operando. Esto genera largas filas de pipas esperando su turno para abastecerse. Si les informan que ya no hay gas, deben desplazarse a otra terminal, lo que aumenta los costos logísticos”, explicó Robles durante el Encuentro Internacional de Energía 2024.
El racionamiento ha afectado principalmente a estaciones de servicio en el centro y sureste del país, especialmente en Chiapas, Oaxaca y Yucatán. Robles destacó que los distribuidores están enfrentando grandes dificultades, ya que, además de los mayores costos logísticos, sus márgenes operativos se han reducido considerablemente.
El miércoles pasado, la secretaria de Energía, Luz Elena González, anunció que durante los próximos seis años se continuará estableciendo un precio máximo para el gas doméstico, una medida que ha generado malestar entre los comisionistas que comercializan este producto. Como respuesta, estos anunciaron un paro de labores en la zona metropolitana de la Ciudad de México para el próximo viernes.
Alejandro Montufar Helu, CEO de PETROIntelligence, comentó en el Encuentro Internacional de Energía que la fijación de tarifas bajas o máximas representa un desafío, ya que se prioriza el bienestar social sobre la rentabilidad, lo que podría afectar la competencia en el sector.
Por su parte, Rocío Robles explicó que la fórmula utilizada para determinar el precio del gas doméstico en el país toma en cuenta varios factores, como el precio internacional de la molécula y el costo del transporte. Sin embargo, señaló que, en ocasiones, los precios máximos establecidos por la Secretaría de Energía no reflejan los aumentos en estos componentes, lo que perjudica a los comisionistas.
“Hemos tenido varias reuniones con autoridades de la SENER para exponer estas problemáticas. Ojalá se puedan eliminar los precios fijos y, en su lugar, implementar subsidios focalizados para aquellos que realmente lo necesiten”, comentó Robles.
Actualmente, el precio máximo del gas L.P. en las 16 alcaldías de la Ciudad de México es de 19.20 pesos por kilogramo, lo que representa un aumento del 12.6 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado.