Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta una grave escasez presupuestal para casi todos sus proyectos de producción inmediata previstos para 2026. De 12 campos prioritarios, solo uno recibe una mínima asignación de 5 millones de pesos, según documentos de la Secretaría de Hacienda. La empresa necesita 56 mil millones de pesos adicionales para nuevos desarrollos, perforaciones e infraestructura.
La producción actual ronda los 1.6 millones de barriles diarios, el nivel más bajo en décadas, con una deuda superior a 100 mil millones de dólares e impagos a proveedores por más de 28 mil millones. Estos proyectos aportarían solo hasta 22 mil barriles diarios marginales, complementados por contratos privados.
Expertos como José Luis Ortega de BlackRock dudan de la meta gubernamental de alcanzar 1.8 millones de barriles para 2030, dado el bajo avance en perforaciones (solo 15% del objetivo en 2025). La Agencia Internacional de Energía prevé que México sea importador neto en esa fecha.
Pese al plan de rescate de 50 mil millones de dólares del gobierno de Claudia Sheinbaum, que incluye alianzas privadas y alivio fiscal, las limitaciones financieras ponen en riesgo la recuperación de la estatal.




