México se consolida como el país con la tasa arancelaria efectiva más baja del mundo, con un promedio de 6.5% en sus exportaciones, afirmó el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, tras la firma del convenio del Polo de Desarrollo Económico del Bienestar en Quintana Roo. Este logro posiciona al país como un socio comercial clave de Estados Unidos, superando incluso a economías como Japón, Alemania y Corea del Sur, en un contexto de tensiones comerciales globales.
Ebrard destacó que el 84% de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos están libres de aranceles, lo que fortalece sectores como la industria automotriz, manufacturera y agroalimentaria. La obtención de una prórroga de 90 días para adaptarse a las nuevas reglas arancelarias impuestas por la administración de Donald Trump, un beneficio compartido solo con China, refleja la habilidad negociadora del gobierno de Claudia Sheinbaum. “México ha sabido navegar un entorno comercial complejo, evitando quedar en la línea de fuego de los nuevos gravámenes”, subrayó el secretario.
Sin embargo, analistas matizan el optimismo. Jesse Rogers, de Moody’s Analytics, estima que la tasa arancelaria efectiva para México podría alcanzar el 13.5%, mientras que Gabriela Siller, de Banco Base, sitúa el arancel promedio en 3.99%, lo que coloca a México en la posición 27 entre los principales socios comerciales de Estados Unidos. Shannon Grein, de Wells Fargo, advierte que la tasa efectiva podría elevarse a 18% tras la entrada en vigor de los nuevos aranceles, lo que podría presionar los costos de exportación.
La estrategia mexicana, enfocada en mantener el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ha permitido mitigar el impacto de las políticas proteccionistas de Trump. Ebrard resaltó que la integración económica con Estados Unidos, la más robusta a nivel global, otorga a México una ventaja competitiva. No obstante, persisten riesgos como la volatilidad cambiaria y las tensiones comerciales, especialmente ante la revisión del T-MEC en 2026. Analistas de Banamex sugieren que las tarifas efectivas pagadas en abril fueron de solo 4.1%, lo que refleja el éxito parcial de las negociaciones. México busca consolidar esta posición para atraer mayor inversión y fortalecer el nearshoring en un entorno económico global incierto.