El Paquete Económico 2026 asigna 13,500 millones de dólares a Pemex para inversiones en exploración, producción y refinación, según Hacienda. El objetivo es fortalecer la estatal, agobiada por una deuda de 99,000 millones de dólares, pero la falta de detalles sobre los proyectos genera dudas en el sector energético.
Bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum, el plan prioriza la soberanía energética, buscando elevar la producción de crudo (1.8 millones de barriles diarios) y optimizar refinerías como Dos Bocas. Sin embargo, analistas critican la opacidad, advirtiendo que podría erosionar la confianza de inversionistas en un mercado petrolero volátil.
Pemex, que aporta el 15% de los ingresos fiscales, enfrenta pérdidas operativas y vencimientos de deuda. La inyección pretende aliviar estas presiones, pero sin reformas estructurales, el impacto en la competitividad y el PIB (proyectado en 2.5% para 2026) podría ser limitado.El Congreso revisará el presupuesto en noviembre, bajo presión para exigir claridad sobre el uso de los fondos.
La indefinición amenaza el apoyo legislativo y el potencial económico de la medida, en un delicado balance entre apoyo a Pemex y estabilidad fiscal.