La inflación se desaceleró más de lo esperado en junio en Alemania, tras el repunte de mayo, una buena noticia para el Banco Central Europeo (BCE) que comenzó a reducir las tasas de interés el mes pasado.
La inflación en la primera economía de Europa se ubicó en 2.2% anual, 0.2 puntos porcentuales menos que en mayo, según una estimación provisional publicada ayer por el instituto de estadísticas Destatis.
Esta reducción llega después de un repunte de 2.4% en mayo, el primer aumento en seis meses.
Los analistas interrogados por FactSet esperaban que la inflación en junio permaneciese sin cambios.
“Aún habrá altos y bajos, pero en general, la tendencia va en la buena dirección”, comentó Fritzi Khöler-Geib, economista del banco de inversión KFW.
Los precios de la energía cedieron 2.1% anual en junio, desde la caída de 1.1% en mayo.
La inflación de los alimentos aumentó 1.1% en junio, mientras que los precios de los servicios crecieron 3.9%, como en mayo.
Los datos de junio en Alemania deberán ser una buena noticia para el BCE.