México logró evitar la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, una medida que, según los especialistas, podría haber desencadenado una fuerte desaceleración económica en el país. Aunque los aranceles se han pospuesto por un mes, persiste la incertidumbre sobre el impacto que esta medida podría tener en diversas variables, especialmente en el tipo de cambio y las expectativas de crecimiento económico.
Alejandra Marcos, directora de análisis y estrategia en Intercam Casa de Bolsa, señaló que es complicado prever un escenario con certeza, ya que existen muchas variables desconocidas, como la magnitud de los aranceles, las posibles medidas de represalia y la duración de la suspensión. “El sector exportador será el más afectado, ya que la demanda de productos mexicanos podría disminuir. Las exportaciones representan alrededor del 30% del PIB, y de ellas, el 83% se destinan a Estados Unidos”, explicó.
Por su parte, Andrés Abadía, economista en jefe para América Latina en Pantheon Macroeconomics, indicó que la principal preocupación sigue siendo la incertidumbre en torno al segundo mandato del presidente Trump. Aunque la pausa en los aranceles ofrece un respiro temporal, las tensiones podrían resurgir, lo que mantiene la cautela ante las posibles repercusiones a largo plazo.
Humberto Calzada, economista en jefe de Rankia LATAM, también destacó que, aunque el aplazamiento de los aranceles brinda algo de tranquilidad, no mejora significativamente el panorama económico. Calzada prevé que si no se imponen aranceles durante el año, la economía podría crecer entre 1.0% y 1.5%. Sin embargo, si los aranceles se aplican, el crecimiento del PIB podría reducirse a solo 0.4%, o incluso resultar en una contracción económica si las tarifas se mantienen durante todo el año, afectando la Inversión Extranjera Directa (IED) y la inversión fija bruta.