Kia Corporation anunció una reestructuración de su estrategia de ventas en Estados Unidos para contrarrestar el impacto de los aranceles del 25% impuestos por la administración Trump a vehículos importados. La compañía planea reducir incentivos a clientes, ahorrando aproximadamente 435 millones de dólares, y redirigir inventarios para priorizar modelos híbridos, cuya demanda creció un 100% en el segundo semestre de 2024.
El director general, Ho Sung Song, señaló que los aranceles, que costaron a Kia 786 mil millones de wones (unos 570 millones de dólares), han llevado a la empresa a optimizar operaciones sin incrementar significativamente los precios. En lugar de trasladar el costo al consumidor, Kia apuesta por fortalecer su presencia en el mercado estadounidense, proyectando un aumento de ventas de 800,000 unidades en 2024 a 1.2 millones para 2033.
La estrategia incluye un enfoque en vehículos producidos localmente y un impulso en Europa, donde planea que el 60% de sus ventas sean eléctricas para 2030. Pese a la contracción en el gasto en incentivos, Kia confía en mantener su competitividad frente a rivales que enfrentan similares presiones arancelarias. Analistas advierten que los precios de los autos en EE.UU. podrían subir si los aranceles persisten.