La inflación anual descendió a 3.57% en octubre desde 3.76% en septiembre, según Inegi, alineándose con el pronóstico de Bloomberg (3.56%). Banxico respondió con su undécimo recorte consecutivo de 25 puntos base, fijando la tasa en 7.25% ante un PIB que cayó 0.2% en el tercer trimestre.
La subyacente se mantuvo en 4.28%, lejos de la meta de 3% (±1 pp), mientras el no subyacente subió por el alza de 17.65% en electricidad tras eliminar subsidios. El subgobernador Heath votó en contra, alertando riesgos en presiones internas. Banxico eliminó guiños a nuevos recortes automáticos y priorizará “todos los factores” inflacionarios.
Analistas como Barclays prevén tasa en 7% a fin de 2025 y 6.50% en 2026, sincronizada con la Fed. La tregua llega en medio de amenazas arancelarias de EU a acero y autos, que agravan la desaceleración. Este alivio abre espacio para estímulos monetarios que impulsen crédito e inversión, aunque exige cautela ante choques externos.



