La presidenta Claudia Sheinbaum anunció el 13 de noviembre que su administración diseña mecanismos para garantizar precios remunerativos a productores de caña de azúcar, frente a la reducción en el cupo de exportación hacia Estados Unidos y el exceso de oferta interna que ha desplomado los ingresos del sector.
El cupo asignado a México para la zafra 2025-2026 se mantiene en apenas 188 mil toneladas, muy por debajo de los excedentes proyectados de hasta 1.3 millones de toneladas, obligando a destinar mayor volumen al mercado doméstico donde los precios han caído hasta 8,000 pesos por tonelada, contra 18,000 en ciclos previos.
Para contrarrestar el impacto, el gobierno impulsa un plan integral que incluye el reciente decreto de aranceles de 156% a 210% a importaciones de azúcar extranjera vigente desde el 11 de noviembre y negocia con ingenios pagos directos y subsidios temporales que eviten intermediación excesiva.
Esta estrategia busca estabilizar la cadena productiva, que genera 400 mil empleos directos y 2.5 millones indirectos, reforzando la soberanía alimentaria y protegiendo a 180 mil cañeros ante volatilidad comercial con el principal socio de México.
