En el Latam Fintech Market de Barranquilla, expertos identificaron el fraude como un enemigo común del sector financiero en América Latina, con redes cibercriminales organizadas generando pérdidas en miles de millones de dólares anuales. Gabriel Santos, presidente de Colombia Fintech, resaltó que frenar estas estafas es vital para la confianza en el ecosistema digital, donde bancos y fintechs enfrentan vulnerabilidades como suplantación de identidad y créditos «gota a gota» que socavan la inclusión financiera.
Económicamente, estos delitos impulsados por ingeniería social como phishing vacían cuentas rápidamente, afectando un sector fintech valorado en más de 2.5 billones de dólares. En México y Colombia, con altas tasas globales, el fraude alcanza hasta el 5% de transacciones digitales, elevando costos operativos en un 20% y desincentivando inversión extranjera en innovación.
La IA agrava el problema: deepfakes imitan figuras públicas para estafas en apps falsas, según Íñigo Castillo de Incode: «La IA perfecciona ataques, pasando de phishing burdo a contenidos indistinguibles». Esto podría erosionar hasta un 10% del PIB digital regional si no se contrarresta, impactando remesas y pagos clave.