En un contexto de incertidumbre comercial impulsado por las advertencias del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre posibles aranceles del 25% a productos mexicanos, las exportaciones del país registraron un sólido crecimiento del 3.95% anual en julio, consolidando dos meses consecutivos de alzas. Este repunte, reportado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), subraya la resiliencia de la economía mexicana y su dependencia del comercio bilateral con Norteamérica, que representa cerca del 80% de las ventas externas.
El dinamismo del sector manufacturero fue el motor principal de este avance, con un incremento del 5.29% en las exportaciones de bienes elaborados. Destaca el alza del 11.73% en las exportaciones no automotrices, que incluyen electrónicos, maquinaria y productos químicos, impulsadas por el nearshoring y la demanda estadounidense. Hacia Estados Unidos, las exportaciones no petroleras crecieron un 5.21%, contribuyendo a un superávit comercial en este rubro.
Sin embargo, el sector petrolero mostró debilidad, con una caída del 23.04% anual, lo que generó un déficit en la balanza petrolera de 2,141 millones de dólares. En total, la balanza comercial no petrolera cerró con un saldo positivo de 2,124.5 millones de dólares, mitigando el déficit global de 16.7 millones de dólares para el mes.Las importaciones también avanzaron un 1.71% anual, lideradas por bienes intermedios (2.46%) y de consumo (0.42%), aunque cayeron en bienes de capital (-2.15%) y petroleros (-7.13%).
Este panorama refleja una economía orientada a la exportación que, pese a las presiones externas, mantiene su competitividad. El comercio con Estados Unidos y Canadá, amparado por el T-MEC, ha sido clave para este desempeño, con exportaciones totales que superan los 50 mil millones de dólares mensuales en promedio durante 2025.Económicamente, este crecimiento impacta positivamente en el PIB, que podría beneficiarse con un aporte del 0.5% adicional si se mantiene la tendencia, según estimaciones preliminares de la Secretaría de Economía.
El sector manufacturero genera más de 4 millones de empleos directos, y el repunte en exportaciones no automotrices fortalece la diversificación económica, reduciendo la vulnerabilidad a shocks como los automotrices. No obstante, las amenazas arancelarias de Trump, enfocadas en sectores como el acero y la agricultura, podrían encarecer los productos mexicanos en un 20%, afectando la competitividad y potencialmente restando 1.5% al crecimiento del PIB en 2026, advierten analistas del Banco de México.Expertos destacan que el T-MEC actúa como un blindaje, excluyendo ciertos bienes de disputas arancelarias y fomentando inversiones en cadenas de suministro regionales.
«A pesar de la retórica proteccionista, el flujo comercial bilateral sigue robusto, impulsado por la integración productiva», señaló un informe de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra). Para contrarrestar riesgos, el gobierno de Claudia Sheinbaum impulsa incentivos fiscales y alianzas para elevar la capacidad exportadora en un 10% anual.En resumen, el aumento del 3.95% en julio demuestra la solidez de las exportaciones mexicanas ante vientos en contra, pero subraya la necesidad de diversificar mercados y fortalecer la resiliencia interna. Con el T-MEC como ancla, México podría capturar mayor valor en la reconfiguración global de cadenas de valor, impulsando empleo y crecimiento sostenible en un entorno volátil