La economía estadounidense mostró un desempeño robusto en el tercer trimestre de 2025, con un crecimiento anualizado del 4,3% en el Producto Interno Bruto (PIB) real ajustado por inflación, según la estimación preliminar de la Oficina de Análisis Económico (BEA). Este avance supera el 3,8% del trimestre anterior y marca la expansión más fuerte en dos años.
El impulso principal provino del gasto de los consumidores, que aumentó un 3,5%, impulsado por servicios como salud, viajes internacionales y recreación. También contribuyeron las exportaciones netas, el mayor gasto gubernamental y la inversión empresarial, especialmente en equipos informáticos y centros de datos relacionados con inteligencia artificial.
El dato se publicó con retraso debido al cierre prolongado del Gobierno federal, el más extenso de la historia, que afectó la disponibilidad de información oficial. La inflación subyacente (PCE sin alimentos ni energía) se mantuvo en 2,9%, por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal.Los mercados reaccionaron con ventas en bonos del Tesoro y caídas bursátiles, mientras analistas destacan la resiliencia económica ante presiones laborales y de costos. El cierre gubernamental podría impactar negativamente el crecimiento del cuarto trimestre.
