La abundante cosecha de maíz en Estados Unidos, que alcanzó un récord de 425 millones de toneladas para la temporada 2025-2026 según el Departamento de Agricultura (USDA), ha garantizado la estabilidad del precio de la tortilla en México, afirmó Filadelfo Medellín Ayala, representante de la Unión de Expendedores de Tortilla. Desde abril, el precio del kilogramo de tortilla se mantiene entre 28 y 30 pesos, beneficiando a las familias mexicanas en un contexto de presión económica.
Medellín Ayala destacó que los excedentes de maíz en bodegas estadounidenses, particularmente en Chicago, aseguran un abasto constante para la industria mexicana, que depende en gran medida de importaciones de maíz amarillo, utilizado principalmente por empresas como Maseca. Esta estabilidad contrasta con la caída del 26% en los precios del maíz en el mercado de futuros de Chicago, que pasó de 198 dólares por tonelada en febrero a 146 dólares, impactando a productores mexicanos de maíz blanco y amarillo, según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
A pesar de la estabilidad en el precio de la tortilla, el sector enfrenta retos. Medellín señaló que muchas tortillerías han reducido sus márgenes de ganancia al bajar precios para atraer clientes, lo que pone en riesgo la viabilidad de pequeños expendios. Juan Carlos Anaya, director del GCMA, advirtió que los productores mexicanos, especialmente los medianos y grandes, enfrentan una rentabilidad de apenas 2% por hectárea en maíz de riego, mientras que los de temporal registran pérdidas de hasta 8%. La falta de programas de apoyo, como los de 2001-2019, agrava la situación.
El Acuerdo Nacional de la Cadena Maíz-Tortilla, firmado en junio, busca reducir el precio de la tortilla un 5% en los próximos meses mediante la eliminación de intermediarios y apoyos como 25 mil toneladas de maíz blanco y 500 millones de pesos en financiamiento. Sin embargo, la dependencia de importaciones y la sequía en regiones como Sinaloa, que redujo la producción de maíz blanco un 20% en cinco años, subrayan la urgencia de fortalecer la producción nacional para garantizar la seguridad alimentaria.