Las empresas de Carlos Slim, lideradas por Grupo Carso, han acumulado contratos con Pemex por más de 6,400 millones de dólares, enfocados en exploración, producción y servicios energéticos. Estos acuerdos refuerzan la influencia de Slim en el sector energético mexicano.
Los contratos abarcan proyectos como la refinería de Dos Bocas y plataformas offshore, en un contexto donde Pemex reporta un aumento del 12% en ingresos por exportaciones, pero enfrenta una deuda de 100 mil millones de dólares. La participación de Carso genera críticas por posible concentración de contratos.
El IMCO señala que la falta de licitaciones transparentes podría encarecer costos y limitar competencia. Sin embargo, analistas de Banorte destacan que las inversiones de Slim han estabilizado la producción petrolera, alcanzando 1.8 millones de barriles diarios en 2025.
La relación entre Slim y Pemex es crucial, pero requiere mayor transparencia en adjudicaciones para garantizar equidad y eficiencia en el uso de recursos públicos.