Los precios internacionales del café registraron alzas significativas este jueves, impulsados por una caída del 20% en las exportaciones de café verde de Brasil en julio, según el Ministerio de Comercio brasileño, y las crecientes tensiones comerciales derivadas de las amenazas arancelarias de Estados Unidos. Los futuros del café arábica subieron hasta un 2% en Nueva York, alcanzando los 2.884 dólares por libra, mientras que el robusta, usado en café instantáneo, avanzó un 2.9% en Londres, según Bloomberg Línea.
Brasil, el mayor productor mundial de café, enfrenta una reducción en sus envíos al mercado global, lo que ha generado preocupaciones sobre un estrechamiento en los suministros. Este panorama se agrava por la política comercial de Donald Trump, quien impuso un arancel del 50% a las importaciones brasileñas desde el 1 de agosto, afectando productos agrícolas clave como el café, que representa cerca del 4% de las exportaciones del país a EU, según el ministro de Hacienda, Fernando Haddad.
La combinación de estos factores ha llevado a un mercado en backwardation, donde los precios actuales superan los de entregas futuras, incentivando a los productores a vender rápidamente y reduciendo las reservas globales. Analistas de Hedgepoint advierten que la menor disponibilidad de café, sumada a la incertidumbre arancelaria, podría mantener los precios elevados a corto plazo. Ellers Coffee señaló en LinkedIn que la exención de aranceles para el café es poco probable, lo que podría encarecer los costos para los consumidores estadounidenses.
En EU, el aumento de los precios minoristas del café podría presionar la inflación, que alcanzó el 3% en julio, según Goldman Sachs. En Brasil, el impacto económico es moderado, ya que las exportaciones a EU representan solo el 16% del total, con China como principal socio comercial. UBS estima que el impacto en el PIB brasileño será limitado, aunque la volatilidad en los mercados persiste.
Mientras tanto, China aprobó la exportación de 183 nuevas empresas cafeteras brasileñas, ofreciendo un alivio parcial a los precios. Sin embargo, la incertidumbre comercial y la menor oferta mantendrán la presión sobre los mercados globales, afectando tanto a productores como a consumidores.