Estados Unidos ha intensificado su estrategia comercial para contrarrestar la creciente competencia de los vehículos eléctricos chinos, aplicando aranceles a las importaciones de estos autos desde el gigante asiático y ofreciendo importantes subsidios para impulsar la industria nacional de vehículos eléctricos.
Según documentos publicados en mayo por la Oficina de Comercio Exterior del Gobierno estadounidense, a partir del 1 de agosto se impondrán aranceles del 100% a los vehículos eléctricos fabricados en China. Esta medida busca proteger la industria automotriz local y reducir la dependencia de productos extranjeros.
Además de los aranceles, el gobierno de Joe Biden anunció este jueves un paquete de subvenciones por un total de 1,700 millones de dólares destinado a la industria automotriz. Este fondo tiene como objetivo permitir el desarrollo de líneas de producción de vehículos eléctricos y la fabricación de componentes como baterías. Las subvenciones se dirigirán a una decena de fábricas cerradas o en riesgo de cierre, ubicadas en ocho estados diferentes.
Estas medidas, enmarcadas dentro de la Ley de Reducción de la Inflación, un plan central de la administración Biden, se enfocarán especialmente en empresas ubicadas en Georgia, Michigan y Pensilvania, con el fin de reconvertirlas hacia la producción de vehículos eléctricos y sus partes, lo que se espera genere o conserve 15,000 empleos, según un comunicado de la Casa Blanca.
Esta inversión no solo busca impulsar la innovación y la adopción de tecnologías limpias, sino también fortalecer la posición de Estados Unidos en el mercado global de automóviles eléctricos, donde China ha obtenido una ventaja significativa en los últimos años.
Además, este plan podría tener un impacto crucial en las elecciones de noviembre próximo, en las cuales se enfrentarán Joe Biden y su predecesor republicano Donald Trump (2017-2021).
«Estas inversiones crearán miles de empleos bien remunerados y mantendrán aún más, ayudando a las empresas del sector a modernizar sus instalaciones industriales y volver a contratar en las mismas fábricas y comunidades», afirmó el presidente estadounidense, citado en el comunicado oficial.




