Las principales cementeras mexicanas, como Cemex y GCC, reportaron un desempeño negativo en el primer semestre de 2025, afectadas por la imposición de aranceles en Estados Unidos y el lento arranque de proyectos de infraestructura en México, según datos de sus reportes financieros. Las ventas de cemento y concreto se contrajeron debido a una menor demanda, condiciones climáticas adversas y la volatilidad cambiaria, lo que ha encendido las alertas en el sector.
GCC, con fuerte presencia en México y Estados Unidos, registró una caída del 4% en sus ingresos totales, alcanzando 610.4 millones de dólares de enero a junio. En México, donde representa el 25% de sus ganancias, las ventas se desplomaron 17.6%, totalizando 170.5 millones de dólares. Por su parte, Cemex enfrentó una disminución en sus volúmenes de venta, impactada por la incertidumbre arancelaria y la reducción en el gasto público en infraestructura. Las lluvias intensas y huracanes también afectaron la construcción, limitando la demanda de cemento gris.
Los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump, que alcanzan hasta un 25% en productos como el cemento, han complicado las exportaciones mexicanas, especialmente hacia Estados Unidos, principal destino del sector. Analistas de Ve por Más estiman que, sin una reactivación en la demanda, Cemex podría cerrar el año con resultados aún más débiles. Sin embargo, la empresa confía en que proyectos como el corredor carretero Sonora-Chihuahua y el Plan de Caminos Rurales impulsen sus ventas en el último trimestre.
El gobierno mexicano ha anunciado la construcción de más de 3,000 kilómetros de trenes de pasajeros y proyectos carreteros, pero su lento avance ha frustrado las expectativas de las cementeras. “La menor inversión en megaobras y la incertidumbre comercial están pesando sobre el sector”, señaló Alejandra Vargas, analista de Grupo Financiero BX+. A esto se suma la depreciación del peso, que encarece los costos de producción.
A pesar de los retos, las cementeras buscan adaptarse. Cemex ajusta sus envíos a Estados Unidos para minimizar el impacto arancelario, mientras GCC amplía su capacidad productiva para atender la demanda esperada en 2026. No obstante, el panorama económico sigue siendo incierto, con riesgos de una mayor presión arancelaria y una economía global en desaceleración.





