La economía de Estados Unidos registró una contracción del 0.5% en su Producto Interno Bruto (PIB) durante el primer trimestre de 2025, según datos del Departamento de Comercio. La caída, la primera desde 2022, se atribuye a los nuevos aranceles impuestos por el presidente Donald Trump a importaciones de China, México y Canadá, que han encarecido bienes y afectado el consumo.
Los aranceles, implementados desde enero, elevaron los costos de productos electrónicos, automóviles y alimentos, reduciendo el gasto de los hogares en un 0.8%. Las exportaciones también cayeron un 1.2%, golpeadas por represalias comerciales de socios clave. La Reserva Federal alertó sobre riesgos inflacionarios, mientras analistas de Goldman Sachs prevén una inflación anual del 3.5% si las tensiones persisten.
Trump defendió las medidas, asegurando que “protegen empleos estadounidenses” y prometió más incentivos fiscales para empresas locales. Sin embargo, sectores como la agricultura y la manufactura reportan pérdidas por la menor demanda internacional. México y Canadá negocian exenciones, pero el panorama es incierto. Expertos advierten que una guerra comercial prolongada podría profundizar la desaceleración, afectando el crecimiento global en un contexto de alta volatilidad económica.