Estados Unidos planea imponer un arancel del 25% a productos importados de México, lo que afectará significativamente a la industria tecnológica y digital norteamericana. Según Jorge Fernando Negrete, presidente de DPL Group, esta medida tendrá un fuerte impacto debido a la dependencia de EE.UU. en la manufactura mexicana, la cual no puede ser reemplazada fácilmente.
Importaciones tecnológicas en riesgo
México es un socio clave para la industria tecnológica estadounidense. Solo en noviembre de 2024, el país exportó:
- Teléfonos celulares por 942.9 millones de dólares.
- Monitores y proyectores por 920.6 millones de dólares.
- Hilos y cables electrónicos (incluidos coaxiales) por 1,405.2 millones de dólares.
Estos componentes son esenciales para la producción de dispositivos electrónicos en EE.UU. La interrupción de este flujo impactará no solo a las empresas, sino también a los consumidores.
Afectaciones en la cadena de valor
Sofía Pérez Gasque, directora general de la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de la Información (Amiti), advierte que aunque los aranceles no afectan la exportación de servicios, sí golpean la cadena de valor, lo que podría aumentar el costo de vida de los estadounidenses entre 1,500 y 2,000 dólares.
Además, señala que muchas piezas tecnológicas viajan entre ambos países antes de llegar al consumidor final. Por ejemplo, algunos componentes son fabricados en EE.UU., ensamblados en México y luego enviados de vuelta, lo que significa que los aranceles encarecerán aún más los productos tecnológicos.
La imposición de estos aranceles perjudicaría tanto a México como a EE.UU., elevando los costos de producción y afectando a los consumidores estadounidenses. La industria de tecnología y manufactura en Norteamérica está fuertemente interconectada, y una medida como esta podría traer más problemas que beneficios para ambas economías.
