Este lunes entró en vigor el arancel del 17.5% impuesto por Estados Unidos al jitomate mexicano, anunciado por el presidente Donald Trump como parte de su estrategia para presionar a México en temas de migración y narcotráfico. La medida, que afecta exportaciones valuadas en 2 mil millones de dólares anuales, busca incentivar la producción estadounidense, según el Departamento de Comercio.
El gobierno de Claudia Sheinbaum respondió con negociaciones urgentes en Washington, lideradas por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard. México, que abastece el 25% del jitomate consumido en EU, enfrenta el riesgo de perder competitividad frente a productores locales y canadienses. La Secretaría de Agricultura estima que el arancel impactará a 400 mil empleos agrícolas en estados como Sinaloa y Michoacán.
Productores mexicanos, representados por el Consejo Nacional Agropecuario, advirtieron sobre un posible encarecimiento del producto en EU, donde el precio del jitomate ya subió 3.2% tras el anuncio. El peso mexicano se depreció un 0.8%, cerrando en 20.65 unidades por dólar, según el Banco de México. Sheinbaum llamó a la unidad nacional y aseguró que el Plan México fortalecerá la autosuficiencia agrícola para mitigar el impacto económico.