La reciente aprobación de un impuesto a las remesas enviadas desde Estados Unidos, propuesta impulsada por legisladores republicanos, podría generar un aumento inicial en el flujo de estos recursos, según analistas. La medida, que grava las transferencias de dinero al exterior, entró en vigor este mes y busca financiar programas de seguridad fronteriza, pero expertos advierten sobre un efecto paradójico a corto plazo.
De acuerdo con un análisis del Centro de Estudios Migratorios, los migrantes podrían acelerar el envío de remesas antes de que las tasas impositivas se consoliden, lo que incrementaría el volumen en los próximos meses. En 2024, México recibió 63 mil 313 millones de dólares en remesas, un récord histórico, y esta tendencia podría acentuarse temporalmente.
El impuesto, que varía según el monto y destino de la transferencia, ha generado críticas de organizaciones proinmigrantes, que lo consideran una carga adicional para comunidades vulnerables. “Es un golpe directo a familias que dependen de estos recursos para sobrevivir”, declaró María López, directora de la Red de Apoyo Migrante.
Aunque el gobierno de EU defiende la medida como necesaria para reforzar la seguridad, economistas prevén que, a mediano plazo, los envíos podrían disminuir si los costos desincentivan a los remitentes. La Casa Blanca aún no detalla el impacto proyectado.