La tradición mexicana de las piñatas navideñas, con más de 400 años de historia desde la época colonial en Acolman, Estado de México, enfrenta una temporada complicada en 2025. El aumento en los costos de materiales obliga a los artesanos a elevar precios, lo que anticipa ventas flojas pese a la cercanía de la Navidad.Artesanos reportan incrementos significativos en insumos como cartón, papel periódico, tiras de colores y engrudo casero (harina y agua).
Esta presión inflacionaria, con una tasa nacional de 3.80% al cierre de noviembre, reduce la demanda en mercados tradicionales como Sonora y La Merced en la Ciudad de México.En el Mercado de Sonora, Esperanza Ceballos, con medio siglo de experiencia familiar, y Sandra Beatriz Salazar, de cuarta generación, elaboran a mano estrellas de siete picos simbolizando los pecados capitales junto a figuras modernas como Papá Noel o el Grinch. Sin embargo, pronostican una caída pronunciada en ventas comparada con años previos.
Vendedoras como Soledad, en La Merced desde hace ocho años, esperan un repunte solo días antes de Navidad, pero describen la temporada como «muy floja». Los artesanos mantienen el orgullo por esta fusión cultural hispano-indígena, aunque la economía limita su alcance festivo.




