El presidente Rodrigo Paz anunció este miércoles la eliminación inmediata de los subsidios a los combustibles, mantenidos por más de 20 años, provocando alzas drásticas: diésel sube 163% a 9,80 bolivianos por litro (1,4 dólares) y gasolina especial a 6,96 bolivianos (1 dólar).
Paz declaró emergencia económica, financiera, energética y social, criticando el «modelo de despilfarro y corrupción» de los gobiernos del MAS (2006-2025). La medida busca frenar contrabando, garantizar abastecimiento y ahorrar más de 2.000 millones de dólares anuales.
Para mitigar el impacto, incrementó el salario mínimo 20%, de 2.750 a 3.300 bolivianos (474 dólares) desde enero 2026, y elevó bonos como Renta Dignidad a 500 bolivianos y Bono Juancito Pinto a 300.
La decisión, calificada como «histórica» por el gobierno, genera preocupación por inflación, posibles protestas de transportistas y filas en estaciones de servicio.




