AutoZone reportó una fuerte desaceleración en México y Brasil: el crecimiento de ventas en tiendas comparables cayó a 3.7% en su primer trimestre fiscal (agosto-noviembre 2025), frente al 13.7% del mismo periodo anterior. El CEO Philip Daniele atribuyó el freno al “crecimiento más lento de la economía mexicana”, que afecta el consumo de autopartes y accesorios.
Pese al entorno débil, la cadena mantiene 895 sucursales en México y sigue ganando participación de mercado. Invierte en expansión, duplicando su centro de distribución en Monterrey y mejorando la logística en Brasil, dentro de un plan anual de 1,600 millones de dólares.
Los resultados de AutoZone funcionan como termómetro del sector automotriz y del dinamismo económico general. Con proyecciones de PIB por debajo del 2% para 2025, la empresa confía en que la recuperación del consumo impulse nuevamente sus ventas, aunque advierte que el ritmo dependerá de la evolución macro.




