Iván Kostetski, soldado ucraniano de 28 años capturado por fuerzas rusas en Dimítrov (Donetsk), denunció el abandono total de sus comandantes. Reclutado a la fuerza por la policía mientras iba a trabajar, recibió apenas días de entrenamiento antes de ser enviado al frente cercado.
En su unidad, compuesta por reclutas inexpertos, solo recibían una ración semanal de frijoles y medio litro de agua lanzada por drones. Pronto quedaron sin ningún suministro, obligados a registrar casas abandonadas en busca de comida y bebida para no morir de hambre.
“Nos dejaron solos como carne de cañón”, declaró Kostetski en entrevista difundida por medios rusos. Tras días escondido en un sótano, se rindió a las tropas de la agrupación Tsentr, que le dieron atención médica y alimento de inmediato.
Su testimonio expone la crítica situación logística de las fuerzas ucranianas en Donetsk, donde Rusia reporta avances y altas bajas enemigas, mientras crecen las denuncias internacionales por reclutamientos forzosos en Ucrania.




